El discurso del liberalismo se conformó en el siglo XVII y XVIII en pleno proceso de desarrollo del apitalismo. Los procesos históricos que lo conformaron fueron el despojo y saqueo de tierras (las leyes de enclosures, o cercados), y la conformación de mercados de trabajo (las leyes de pobres), en la Inglaterra de ese periodo. Detrás de esos procesos de acumulación originaria subyacía la idea cartesiana de que el
hombre era el amo y señor de la naturaleza, y que la historia humana tenía que construirse a partir de una cesura radical con la naturaleza.
Desde entonces, el capitalismo se ha constituido sobre una relación estratégica fundamentada en el interés egoísta de los individuos, y en una ruptura radical con la naturaleza. La moral y la ética que tenían premisas teológicas se desacralizan y se fundamentan, precisamente, en la acción estratégica de los individuos, en donde el imperativo categórico se convierte en la condición de posibilidad de fundamentar una relación social basada en estos intereses egoístas.
El Sumak
Kawsay en español: buen vivir es un modelo o forma de
vida que promueve relaciones más sustentables con la naturaleza y
menos consumistas, que constituye una opción ante el modelo desarrollista del
"vivir mejor",El concepto proviene del quechua,
forma parte de las culturas indiguenas del
centro de Sudamerica y está presente de forma similar entre los aymara como suma qamaña y
entre los guaranies como teko porâ o teko
kavi. En su significado original, Sumak hace referencia a
la realización ideal y hermosa del planeta, mientras que Kawsay significa
"vida", una vida digna, en plenitud.
La noción de “Sumak Kawsay” (o Suma Qamaña, en aymara), forma parte del discurso
político de los movimientos indígenas del continente, en especial del movimiento
indígena de Ecuador y de Bolivia, y, en tal virtud, forma parte de su proyecto político e
histórico. Esta noción que ha sido traducida como “Buen Vivir”, pero cuya acepción más pertinente sería “Vida en plenitud”, ha sido retomada y recreada desde la confirmación de las vivencias ancestrales de los pueblos indígenas y de su forma de construir tanto su socialidad como su relación con la naturaleza. En la recuperación de sus formas ancestrales de convivencia, los pueblos indígenas han encontrado, de una parte, las formas políticas de resistencia al capitalismo y a la modernidad y, de otra, las alternativas a ese mismo sistema capitalista.
El Sumak Kawsay, de su parte, es la crítica más fuerte y radical que se ha realizado a los paradigmas de crecimiento económico por la vía de los mercados, y a la noción teleológica del desarrollo como posibilidad histórica. Ambas demandas: plurinacionalidad y Sumak Kawsay, van de la mano, y expresan las demandas y utopías de un sujeto histórico, que amplían el horizonte de posibles humanos a la emancipación.